Un día pudo observar como algo estaba cambiando, nacía una nueva generación con las manos rebosando de estrellas, dispuestos a salvarlas de cuantos zarandeos sacudieron sus pies del suelo.
Por fin aquellos jóvenes habían comprendido que la lucha también era de ellos, el día que hombres y mujeres unieron sus voces fue imparable el camino.
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