domingo, 26 de noviembre de 2017

Superviviente

Le quiso más que a su propia vida. Y se olvidó de quién era, de la persona que tantos años y esfuerzo le habían costado ser. Al final, hasta dejó de soñar y de tener ilusiones. Lo apostó todo por él cuando, ironías de la vida, no creía en el azar. Pero cuando ya no quedaba nada más que perder o destruír, él se marchó, dejándola sin brújula. Pero perder el norte la hizo ver que podemos ir en otras direcciones . Y volvió a construíse, pieza a pieza; a volver a andar paso a paso. Pero esta vez con salida de emergencia contra palabras vacías.

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