lunes, 27 de noviembre de 2017

Sin mirar atrás

Comencé a caminar sin saber qué rumbo coger. Fue algo sin pensar pero a la vez lo había imaginado tantas veces en mi cabeza que me daba igual que dirección tomar. Salí de allí con una mochila y cuatro cosas. La verdad es que no quería recuerdos de nada que tuviera que ver con aquella relación tormentosa que tantos años me había causado tanto dolor. Eso sí, nadie más que yo sabía lo que había sufrido.
Una pequeña sonrisa se dibujaba en mi boca. El sol iluminaba mi cara marcada.- Estaré bien- me dije para mí misma.
Algo en mi había cambiado. Había sido más fuerte que nunca. Ahora sí, sin mirar atrás, comenzaba una nueva historia en mi libro de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario