lunes, 20 de noviembre de 2017

Silencio es vida

Entré en silencio.
No olía a mamá, solo a abandono.
Callado, arrastré la maleta. Silencioso la abrí: caritativos testimonios de acogida temporal.
Los ordené como mamá.
Padre despliega el sofá-cama donde dormiré, como la noche que desapareció mamá.
Hoy vuelve padre desde que lo llevaron los policías.
Los guardias que le culparon no lo probaron al juez.
Miré el balcón, por donde mamá salió.
Papá y mamá salieron juntos aquella noche.
Gritos, golpes, el grito, el golpe, solo padre entró.
Nada dije.
Seguiré callado, como en el juicio, como siempre, como padre mandó.
El silencio es mi vida.
Una noche que perdí a papá y mamá, hoy recupero a padre, cancerbero perpetuo de mis palabras y silencios

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