lunes, 20 de noviembre de 2017

La mirada valiente

Y entonces todo cambió.
Las palabras atentas, comprensivas, las sonrisas, los besos y la complicidad. Se abrió un vacío infinito que engulló toda la confianza, el amor, la dulzura, el respeto…
No sabía cuándo se había convertido su marido en aquel desconocido. Ni cuándo iban a acabar los reproches, los insultos, las broncas, los gritos, los golpes…
Observó sus moratones, escondidos tras gafas oscuras.
"Que nadie te haga agachar la mirada", recordó la voz de su padre, ya lejana.
Tiene miedo cuando oye la llave en la cerradura. Puede intuir el humor con el que viene él y anticipar el dolor de huesos. No es quien fue.  Pero sabe quién quiere ser. Va a comisaría. Y entonces todo cambió.

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