- Se acabó.
- ¿Cómo te atreves?
- Ya no te tengo miedo.
- No te hagas la valiente conmigo. Sé que eres una mierda que no vale para nada.
- Tú eres el mierda. Sólo vales para insultarme y hacerme sentir pequeña. Pero ya no tienes esa capacidad. La has perdido porque ahora soy fuerte. Me he liberado. Ahora sé quién soy y me siento orgullosa de dar este paso. No te tengo miedo. Me voy.
- ¡Tú no vas a ninguna parte!
- Claro que sí. Tú no me lo vas a impedir. Si lo haces, vendrán a por ti. Te he denunciado. Game over, Julián. Acéptalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario