jueves, 24 de noviembre de 2016

De mis cenizas

Un día fui polilla y, cegada, perseguí la luz artificial de un dragón que al anochecer escupía fuego. Para saciar su apetito, le regalé amor y unos cuantos sueños; esperanzas que se desgastaron con cada rugido. Masticó mi esencia con sus cánticos, disfrazando de rasguños las heridas profundas. Falso cariño. Consiguió quemarme, pero, a rastras junto a mis cenizas, me rescaté libre y viva. Ya lejos junté mis tejidos, reconstruí mis alas y eché a volar igualando al fénix. De nuevo cegada, sí, pero de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario