jueves, 24 de noviembre de 2016

A la tercera la vencida

A la tercera la vencida. Seguro que esta vez la carne guisada con patatas le iba a quedar perfecta, se dijo para sí misma Yolanda. Vale, la primera vez le había quedado demasiado dura la carne y la segunda demasiado salado el caldo. Tenía razón Eusebio en enfadarse. Pero esta vez no iba a fallar. Estaba segura. Aunque todavía le dolía la muñeca al pelar las patatas debido al retorcimiento que le había producido Eusebio. Bueno, se lo tenía merecido la inútil de Yolanda. Eso le había dicho la última vez. Y la anterior. También fue lo último que escuchó antes de que sintiera una puñalada en el pecho. El guiso estaba estupendo. Pero a la tercera fue la vencida.

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