lunes, 23 de noviembre de 2015

Volví sobre mis pasos

Lo vi en su mirada: me pedía ayuda. La conocía del barrio, de haber coincidido con ella en la cola del supermercado, en la farmacia… Pasé de largo, pero volví sobre mis pasos y me acerqué a ella. ¿Se encuentra mal? Un rictus de dolor frenó una media sonrisa con la que quiso tranquilizarme. Bajo el maquillaje, asomaban las magulladuras. ¿La acompaño a casa? Negó con la cabeza. ¿A casa de una amiga? No tengo amigas, él me alejó de todas. Entonces estuve segura. Paré un taxi y la acompañé en el inicio del camino de su liberación.

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