Eros preparó las flechas de oro y plomo con intención de vengarse del dios Apolo. Lo encontró camuflado detrás de un árbol espiando a la indefensa ninfa Dafne. Tensó su pequeño arco para lanzar la saeta áurea cuando fue sorprendido por Afrodita.
- Las flechas solo causan dolor –le reprendió Afrodita, arrebatándole el arco y el carcaj.
Cuentan que en aquel universo paralelo no existen laureles en los bosques, pero tampoco hay dioses que utilicen armas para inducir al amor.
- Las flechas solo causan dolor –le reprendió Afrodita, arrebatándole el arco y el carcaj.
Cuentan que en aquel universo paralelo no existen laureles en los bosques, pero tampoco hay dioses que utilicen armas para inducir al amor.
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