lunes, 23 de noviembre de 2015

Suya sola

Mírala atentamente, ahí está. Es ella, la misma de siempre. Su mirada, su sonrisa, su paz … nada ha cambiado. Sigue siendo aquella dulce mujer que un buen día, de repente, iluminó tu vida sin tú preverlo, sin tú saberlo y quizá también sin tú merecerlo. Está ahí mismo, sí, pero no forma parte de ti. Suya sola, así es su vida, suya y de nadie más. Aquel camino común no era el tuyo ni el de su obediencia. No, esa es la mejor senda a ninguna parte. Tú eres tú y ella es ella. Así de fácil, así de difícil. Defínete ante la evidencia y déjala vivir, déjala volar, déjala soñar más allá de ti, … más allá de tus sombras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario