martes, 24 de noviembre de 2015

¿Mi culpa?

¿Por qué estoy en la cárcel? Hace dos años perdí mi trabajo por la crisis. Me sentí un fracasado y menos hombre. Mi mujer desde hace diez años, María, empezó a trabajar más horas para cubrir los gastos. Tenía mucho tiempo en mis manos. Comencé a consumir alcohol para pasar las horas. No había forma de hablar con nadie, la botella era mi único amigo. Una noche ella volvió a casa y me encontró borracho. Ella comenzó a gritarme, para que arreglara mi vida; con esas palabras perdí el control. Cogí a María y la empujé por el salón. Merezco estar aquí. Esa noche perdí mi libertad, pero lo peor para mí fue perder a María.

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