lunes, 23 de noviembre de 2015

Insectos

Un enjambre de abejas se dirigía hacia la miel de sus labios. Pero las abejas no eran abejas, sino balas furibundas que salían disparadas de su pistola. El aguijón se incrustó en el fondo de la garganta de mamá mientras el néctar escarlata salía a borbotones de la comisura de sus labios.

Papá volvió a guardar su revólver mientras nos advertía del peligro de aquellos insectos melíferos.

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