jueves, 26 de noviembre de 2015

El bucle de la memoria

Con un gesto simpático un gin tonic. Ojea algunas portadas y una pareja cercana tararea su primera canción de amor. A su espalda crece el tono en cada trampa de un juego de mesa, una ligera nota de cansancio en sus años juntos. Se centra en buscar una foto, un titular que le agite el día de mierda. El asesinato de una mujer. Traga media copa. Él se suicidó después. Escribe el nombre del asesino en el buscador de facebook: una frase ambigua, fotos juntos, felices. Ella nunca tuvo perfil. Otro gesto simpático y tararea una canción de amor a la camarera que tímida no le perdona el golpe de antes de anoche. "Vuelvo a casa" dijo. Ninguno volvió.

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