Había asumido que una historia en escala de grises, ser feliz a tiempo parcial y ver la vida a través de la ventana como principal entretenimiento era lo máximo a lo que podía aspirar.
Hacía unos meses, frente a su indiscreta ventana se mudó una pareja joven que regalaba al vecindario los parabienes de una pasión recién estrenada, y ella fue testigo de cómo la pasión no tardó en convertirse en celos, los desplantes en humillaciones, los gritos en golpes y la luz en una oscuridad inmensa y sorda.
Su mal entendida prudencia hizo que siguiera acudiendo a aquella triste cita en silencio. Todo cambió cuando se dio cuenta de que la ventana que observaba era un espejo.
Hacía unos meses, frente a su indiscreta ventana se mudó una pareja joven que regalaba al vecindario los parabienes de una pasión recién estrenada, y ella fue testigo de cómo la pasión no tardó en convertirse en celos, los desplantes en humillaciones, los gritos en golpes y la luz en una oscuridad inmensa y sorda.
Su mal entendida prudencia hizo que siguiera acudiendo a aquella triste cita en silencio. Todo cambió cuando se dio cuenta de que la ventana que observaba era un espejo.
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