viernes, 20 de noviembre de 2015

Como un animal

Le oí golpear la puerta desde el pasillo.
Lo primero era, claro, mantener la calma.
Sabía que tenía varias cosas a mi favor.
El venía borracho...
Conocia bien a mi novio...
Su obsesión por el mús seria mi salvación.
Sus amigos se iban a reir.
Tantos trofeos...
Tantos recuerdos...Entré en mi cuarto
Encendí la luz para que él supiera donde estaba.
Entrecerré la puerta diez centimetros.
Eligí un enorme trofeo rey de bastos y lo pusé sobre la puerta apoyado a la pared.
Entró como un animal y cayó en la trampa.
Mi vida cambió. Ya no es como ayer....

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