jueves, 19 de noviembre de 2015

Autopista sin salida

La niebla me impide ver la carretera, conduzco rápido. Todos son cómplices, el silencio también mata. No puedo ver las señales, no sé a dónde me dirijo. La bondad no existía en ese pueblo, por eso estoy huyendo.


Me han destruido. Cada vez que la panadera me daba los buenos días mi piel se desgarraba. Ella también lo sabía. Lo sabían todos. Todos sabían que él era alcalde pero nadie sabía que yo era persona. Conduzco rápido, la niebla me impide ver la carretera.


Esta autopista no tiene salidas, pero yo estoy segura que si cambio mi dirección encontraré una. Giro bruscamente y encuentro la salida. Hacía demasiado tiempo que no confiaba en mí misma.

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