¡Mujeres de hoy!, reflexionad sobre el ayer; tenedlo presente para construir un mañana mejor. Sin yugos ni utopías; mostraros tal como sois, con vuestra pasión y valentía; sino la humanidad caminará perdida. Cada lágrima derramada será una gota más de vida, con las que brotarán nuevas raíces de libertad y dignidad, despejando del sendero toda espina de injusticia. La herida aún sigue abierta, goteando, incesante, lenta; seguid presionándola con vigor, con la rabia que os arde dentro. Pero, no temáis, nunca estaréis solas; vuestra noble empresa permanecerá, siempre, en el más bello de nuestros recuerdos.
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