viernes, 20 de noviembre de 2015

Adrián

Cuando ella despertó en aquella fría cama, se sentía pequeña y lloraba, mientras que él, bien orgulloso de lo que había hecho, se fue. Su hijo se despertó y le preguntó a su madre,
-¿Mamá te duele?
Su madre le respondió que lo que más le dolía era el alma por haberse casado con ese monstruo y ahí empezó la conversación de verdad.
-¿Mamá, que quiere decir que te duela el alma?
-Significa que alguien te ha hecho mucho daño de verdad; le respondió ella con los ojos brillantes al borde del llanto.
-¿Y cómo te puede hacer alguien daño de verdad?
-Haciendo actos que tú no te esperas.
En ese momento el tren en el que iba llegó a su destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario